Escape room

 
 
 


Hay un rumor de motores de coches y de indiferencia, inseparables a esta desidia como el hedor de los cadáveres que se descomponen en las cunetas. Mis pensamientos ya no son mis pensamientos, oscurecidos por el humo de la inercia. Soy pasajero de un destino inscrito en un pergamino de números binarios y símbolos, precursores del Tótem que desdibuja las sonrisas, maquilla las creencias, devolviéndolas vacías al baúl putrefacto de los dogmas. No tengo fe en el futuro, ni esperanza en el presente. Quisiera escapar por la ventana de tus ojos de este laberinto de miserias que enreda mi alma, esa partícula invisible que desconozco, para diferenciarme de lo que no soy. No hay atajos para la vida, solo autopistas para la muerte, peregrinaciones de hierro, en la Babilonia de las mentiras. No hay salidas en esta caja de Pandora, solo evasión. Evasión que corrompe los cimientos de la realidad, los confunde con el sueño. Alguien juega a ser Dios en esta simulación de la existencia. Nos adentramos en esa zona de falso confort en busca de eso que llaman felicidad. Obnubilados por el brillo opaco del neolenguaje, el eufemismo de la libertad regada con el licor del olvido; hijos del imperativo categórico, disciplinados en la sumisión, dichosos en la esclavitud, encofrados en el muro de este escape room, mimetizados con las normas como los grilletes en la piel del reo camino del patíbulo.


8 respuestas a “Escape room

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  1. Bello e inquietante,tu poema. Es un poema que a mi me advierte que tengo «una partícula invisible» que desconozco por alma. Nunca lo he pensado así. Me advierte que soy hija del»Imperativo categórico»(uff eso si lo sé). Me dice que estoy apoltronada en una zona de confort . Me dice que estoy obnubilada por no se que licor de olvido…no sigo.

    Xavier me ha Zarandeado tu poema, como cuando te zarandean para despertarte de un profundo sueño…
    un abrazo.

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  2. A veces nos topamos con nuestro ser y salen a relucir nuestra verdadera personalidad. Oculta bajo la piel fina de la mente y la sacamos a la luz sin más ni más.
    Poema para llevarlo a la reflexión.
    Saludos Xavier.
    Manuel Angel

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  3. ¡Firmo al pie, firmo al pie! Este poema lo escribimos entre los dos, estoy seguro (y entre muchos más, si la mayoría se atreviera a ver a las cosas de frente, tal como lo haces tú).
    Me gusta muchísimo esta prosa poética directa y actual, la que mira a una ruta o autopista pero que en realidad mira hacia el interior del poeta y del hombre. Es por eso que quiero firmar al pie, porque uno no puede dejar de percibirse en el texto y en la mirada (y eso, compañero, y bien lo sabes, es el mayor logro al que podemos aspirar cuando escribimos un texto propio: llegar a un otro de manera directa y precisa).
    Gracias miles.

    Un cálido abrazo.

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    1. Deberíamos suscribirlo todos. Uno escribe lo que percibe y siente. Y nada está del todo desligado. Quizá solo la forma de expresarlo, pero el sentir es uno, seguro.
      Hace años paseando por los campos de mi pueblo natal me encontré con un anciano que estaba mirando el mismo paisaje, fue hablar y comprobar que ambos estábamos sintiendo lo mismo, aunque cada cual lo expresaba de forma diferente.

      Un cálido abrazo

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      1. Una epifanía ese encuentro fortuito con ese anciano. ¿Cuando sucede eso no fantaseas con alguna idea (literaria, por supuesto) como la del cuento de Borges donde él se encuentra con un yo más joven? O que tal vez ese anciano es, no sé, alguien de otro tiempo que vuelve a caminar por su viejo sendero… un cruce de temporal momentáneo, algo así).
        Como sea, sigo suscribiendo tu poema y coincido en que todos deberíamos hacer lo mismo.

        Un cálido abrazo.

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