Cuando la vida nos separa más que la muerte;
cuando nos arrastra y desnuda el flujo de la marea seca,
por el destino acuoso de la lluvia, como lágrimas de sal.
Como los buscadores de oro en la quimera del amor;
los recuerdos son hologramas encriptados en el ADN,
como planetas que se alejan del centro de la galaxia,
como se aleja el azul de tus ojos en el flujo de la marea seca…
cuando la vida nos separa más que la muerte.
Mi voz es un silencio de noches, un eco que deviene en liturgia,
como las sombras de tu mirada en mi cuerpo desnudo.
Tu voz es el murmullo del viento que llena el vacío de mis versos,
en las horas del insomnio cuando el flujo de la marea seca
deshollina mis pulmones del alquitrán de tu olvido.
A veces, no hay más verdad que el papel en blanco,
como mis manos en la odisea de volver a tu piel de nácar.
Cuando el deseo de volver a tenerla desborda los pensamientos reclamando su presencia. Qué de bueno tu poema. Para disfrutarlo en la caída de mi tarde con un café bien cargado.
Una buena semana para ti
Manuel Angel
Alguien dijo “El tiempo es el mejor autor, siempre encuentra el final perfecto”. No recuerdo quién fue, pero siempre pensé que tenía razón. Mientras tanto, sí, tenemos las hojas en blanco.
Cuando el deseo de volver a tenerla desborda los pensamientos reclamando su presencia. Qué de bueno tu poema. Para disfrutarlo en la caída de mi tarde con un café bien cargado.
Una buena semana para ti
Manuel Angel
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Muchas gracias, Manuel Ángel. Así es, el pensamiento galopa por los recuerdos…
Buena semana también para tí.
Un cálido abrazo
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Gracias
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Alguien dijo “El tiempo es el mejor autor, siempre encuentra el final perfecto”. No recuerdo quién fue, pero siempre pensé que tenía razón. Mientras tanto, sí, tenemos las hojas en blanco.
Un cálido abrazo.
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